de la tierra y de la raza.
Artesanías de la historia
en la gracia
de ese aire y esa gente.La música,
alegría consanguínea.
El ron, que ciñe su cintura.
La música, agua y viento
desabrochándose la ropa para el baile.
La música templando la guitarra,
meneándose en la tumbadora
rascándose en el güiro.
El amable interés de la señora,
la musculosa sagacidad del campesino,
viveza ingenua y convencida,
notas de amor en los procesos.
La ilusión,
entraña del recuerdo,
desplomándose en lo pobre.
Azoradas bocas de la usina
con la desaparición de su alimento,
El sueño de la abundancia
herrumbrado en la refinería.
El olvido
y la avaricia sin perdón
de los ingratos tutores desleales.
Refinada Habana Vieja,
mugre infame,
ruin olor de la escasez.
Alcurnia que yace,
esqueleto de grandeza
en el salón de los hoteles.
Carnaval fastuoso
de señores pecadores.
Suntuoso baño
para ricos
o enjoyados delincuentes.
Hembras disponibles
para inevitables aburridos.
El agua huida de los grifos,
la desnutrida luz eléctrica.
Cierta convicción
cuadrándose aguerrida,
el amor al Che Guevara,
la muchedumbre ansiosa
por la fascinación de los discursos.
[…]