Los timbales de la bruma en el mar de Necochea.
La comunión de los timbales
cuando se ensaya la tristeza.
La aerobiosis taciturna del hombre con su perro.
Dos facciones que debaten: el corazón y los estruendos.
Dos en la arena: abismo y humo.
La dialéctica del frío y el pullover.
Polvareda refulgente, agujas en fuga.
La playa inmaculada detrás de la marisma.
Curiosidad vacuna detrás de lo que insiste.
Las credenciales de la huella.
El mar que estira su sonrisa.
La blanda dentadura apiadándose del acto.
Berkelley que entona
su himno a los testigos.
La serena disciplina de pensar por olas.
Deshacerse en olas, obstinación y madrugada.
Mar que es por obra
de uno que no es.
Fósforo rizado, fugacidad incesante.
El apuro por llegar
donde se extinguió el apuro.
Entoncesese espectro
que me ejerce y que sonríe
por la alegría intransigente
de ser una palabra.