Mar Caribe. Un grupo abigarrado de embarcaciones deportivas. Esloras variables, entre 12 y 40 metros. Día soleado, 32 ° C. Costa más cercana a 20 millas. Clima y aguas calmos, Amenaza silente situada en una embarcación, tal vez en varias.
[…]
Cuentos y Poemas
El burro
Circunspecto, huraño, repentino,
Cierto como la sombra por el día
Sirve al turco o al griego en la porfía
O los ama como ama su destino
De noble bruto, seco y consecuente
Que va detrás cargando la fatiga
De cualquier peso atado a la barriga
Y del sol escalfándole la frente.
A ése de la idea o la pastura,
A ése del corral que yo mirara
Y diera en esperar que se acercara
Distingo, como lo hace la ternura.
Sólo cuando retumba su roznido
Pide amor el fletero encallecido […]
Enumeración de Cuba
de la tierra y de la raza.
Artesanías de la historia
en la gracia
de ese aire y esa gente.La música,
alegría consanguínea.
El ron, que ciñe su cintura.
La música, agua y viento
desabrochándose la ropa para el baile.
La música templando la guitarra,
meneándose en la tumbadora
rascándose en el güiro.
El amable interés de la señora,
la musculosa sagacidad del campesino,
viveza ingenua y convencida,
notas de amor en los procesos.
La ilusión,
entraña del recuerdo,
desplomándose en lo pobre.
Azoradas bocas de la usina
con la desaparición de su alimento,
El sueño de la abundancia
herrumbrado en la refinería.
El olvido
y la avaricia sin perdón
de los ingratos tutores desleales.
Refinada Habana Vieja,
mugre infame,
ruin olor de la escasez.
Alcurnia que yace,
esqueleto de grandeza
en el salón de los hoteles.
Carnaval fastuoso
de señores pecadores.
Suntuoso baño
para ricos
o enjoyados delincuentes.
Hembras disponibles
para inevitables aburridos.
El agua huida de los grifos,
la desnutrida luz eléctrica.
Cierta convicción
cuadrándose aguerrida,
el amor al Che Guevara,
la muchedumbre ansiosa
por la fascinación de los discursos.
[…]
Estos minutos de siempre – La Revista del Siglo
No te gusta tanto desnudarla. Nunca te gustó mucho ese trámite. Mil veces te dijeron, mil veces viste cómo desnudar no es un trámite. Cómo desnudar y dejarse desnudar forman parte del juego y seguramente del placer. Pero no tenés ese placer. Es como miedo a que eso que hace falta que hagas, porque así parece que es en general, el hombre desnuda y la mujer se deja desnudar, eso que hace falta que hagas, pueda fracasar y toda la expectativa de coger se caiga. […]
Bicicletas – La Revista del Siglo
Mi madre lo veía con admiración. Quería verlo así, seguramente fruto de su amor. Incluso lo comentaba muchas veces haciendo notar que el mundo en el que me movía tenía una importancia única, y que no sólo debía tenerla para mí, si no para todos. El hecho de no prestar atención a ninguna otra cosa mientras estaba enfrascado en algo, y eso ocurría la mayor parte del tiempo, era visto por ella como una gran virtud, un síntoma de genialidad oculta y en progreso. […]
De amores y viñedos – Página 12
Para el Negro, un Caballero de la Orden de Fuego, la fidelidad era una cuestión de pura ética cósmica, además desde joven se había convencido -y lo habían convencido- de que la mujer que había conquistado era extraordinaria: muy rubia y fundamentalmente muy buena. Eso, todos sabían, era lo más importante y la gente del barrio se alegraba por la pareja oficiando de agente de propaganda de la misma. Todo hubiera seguido los carriles propios de una familia modelo si no hubiera sido por el segundo de los hijos, también rubio (menos), de ojos profundamente azules y de ideas radicales. […]
Siempre allí – La Revista del Siglo
Tenía que llegar. Esta mañana tenía que llegar. Yo lo pensé muchas veces, pero nunca me imaginé que iba a ser así, con este airecito de primavera, con este viento fresco que entra por la ventana. Pensé en este día desde siempre. No tengo miedo, estoy un poco triste. Me hubiese gustado que fueran ellos mismos los que lo hicieran. No esta gente que no conozco. Porque después de tanto tiempo, una se vuelve como de la familia. […]
La inapelable fragilidad de estar – Página 12
-Te voy a matar… -empezó a decirle con una sonrisa cuando salía de la casita de ladrillos vistos donde vivían desde que él la invitó, después de un noviazgo de seis meses. Ella se había enamorado del barrio enseguida y con mucho cuidado se ocupó de los quehaceres sin que él se lo pidiera. Ver la cama tendida después de una noche juntos lo conmovía particularmente. […]
Peón Rural – Página 12
Ha hecho frío. Aún hace frío. La helada ha cristalizado la tierra y hasta el fierro se vuelve más duro. Allí estaba esta mañana él, abajo del cielo casi blanco y haciendo cloquear las cañas de sus botas de goma que, como se sabe, le pasan la rodilla. Parecían lo único móvil dentro del aire de mármol que iba a tardar en movilizarse. […]
De nuevo, no, por favor – La Revista del Siglo
Juan, el que sufre, ya está cansado. Muy cansado.
Tiene su decisión. Es un poco cruel, pero ha hecho todo lo humanamente posible. Es cruel porque tiene la certeza de que Annelie todavía lo quiere mucho. Annelie todavía le arregla la camisa y le peina el mechón de la frente que se puso ralo y blanco de golpe. […]